Y, ¿Qué es el arte sino un beso?
Es efímero.
Como una palabra o una sonrisa,
como una tímida brizna de viento.
Vino, lo ves; lo amaste y se fue.
Lo rememoraste.
En el sabor de esos labios, de esa boca.
En el aroma de las sábanas de tu cama,
en su calor residual, el recuerdo.
Algo que fue; y no es, no volverá a ser.
Latente queda el instante de hermosura,
de fuego y de deseo.
No verás dos obras iguales, no en el mismo momento.
No encontrarás más colorido a Klimt
que enamorado de ella, de ese anhelo.
Imitarás a Toulouse en la cama,
y no volverás,
te arrastrará el tiempo.
El beso de la despedida, el tren de Raymond Leech.
La pasión e instante capturados en Liepke,
ese segundo que vivirá siempre.
El arte es efímero, como un beso.
Aunque lo vuelvas a ver,
o aunque te den más de esos,
ninguno será como aquél que,
estando solos los dos,
fue y será el primero.
wow…muy bonito
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¡Muchas gracias!
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